One thing I have learned in leading people is that you cannot lead people until you are free of people!  I don´t know about you, but I´m a classic people-pleaser.  It pains me to say no to people, and early on in ministry, this got me into a lot of trouble.  Because I had a hard time saying no to the pressures of people’s needs, my marriage suffered, my family suffered, and I was quickly becoming burned out.  And the reality is that because I was so concerned about pleasing others, I really was not free to please and obey God.  Paul said it like this in Galatians 1:10, “Am I now trying to please people or God?  If I am still trying to please people, then I cannot be a servant of Christ.”  As I read this, my heart was so convicted and I realized that I was really not serving Christ and leading people.  Instead, I was being led by fear of letting others down.  From this point on, I made a commitment to Jesus to obey Him even if it meant that others would not be happy with me.  And do you no what I’ve found?  I have found such joy, peace, and freedom in serving Jesus first and then serving others second.  “When a man’s ways please the LORD, He makes even his enemies to be at peace with him.” (Proverbs 16:7)

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Una cosa que aprendí al dirigir a las personas es que no puedes liderar a las personas hasta que estés libre de personas. No sé ustedes, pero mi personalidad es uno que desea de agradar a los demás. Para mi, no esta muy facil de decir ¨no¨ a los demás.  En los principios años del ministerio, esto me metió en muchos problemas. Debido a que tuve dificultades para decir que no a las presiones de las necesidades de la gente, mi matrimonio sufrió, mi familia sufrió y me estaba agotado. Y la realidad es que estaba tan preocupado por agradar a los demás, realmente no era libre de agradar y obedecer a Dios. Pablo lo dijo así en Gálatas 1:10, “¿Qué busco con esto: ganarme la aprobación  humana o la de Dios? ¿Piensan que procuro agradar a los demás?  Si yo buscara agradar a otros, no seria siervo de Cristo.” Mientras leía esto, me sentí profundamente conmovidos de que realmente no estaba sirviendo a Cristo y dirigiendo a las personas. En cambio, estaba siendo guiado por el miedo a decepcionar a otros. A partir de este momento, me comprometí con Jesús a obedecerle aunque eso significara que los demás no estarían felices conmigo. Y no sabes lo que he encontrado? He encontrado tanta gozo, paz y libertad al servir a Jesús primero y luego a servir a otros en segundo lugar.  “Cuando los caminos del hombre son agradables al Señor, aun a sus enemigos hace que estén en paz con él.” (Proverbios 16:7)

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